Indicadores Ambientales
El desarrollo de indicadores ambientales es una importante herramienta en la comunicación de la información científica y técnica, y la utilización de marcos de indicadores comunes, pueden facilitar no sólo la transformación de datos en información relevante, sino también la formulación de estrategias para la planificación y la formulación de políticas. Los índices integrados (conjunto de indicadores) han sido utilizados en una gran variedad de disciplinas para medir conceptos complejos y multi-dimensionales, sintetizando una gran cantidad de información en un formato simple y práctico. La Comisión de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas lleva a cabo un programa de trabajo para indicadores de desarrollo sustentable, el cual incluye una lista de aproximadamente 130 indicadores organizados en el marco "Presión-Estado-Respuesta". En este marco, las fuerzas conductoras representan las actividades humanas, los procesos y patrones que tienen impacto sobre el desarrollo sustentable (PNUMA, 2000).La Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo tiene como objetivo promover el bienestar económico de los países miembros en concordancia con un desarrollo sustentable. En este caso, también se han definido Indicadores de Presión ambiental (causada por las actividades humanas), Indicadores de Condiciones Ambientales (calidad ambiental y de los recursos) e Indicadores de Respuesta (se refieren a respuesta de la sociedad).Los aspectos ambientales considerados son: cambio climático, disminución de la capa de ozono, eutrofización, acidificación, contaminación tóxica, calidad ambiental urbana, biodiversidad y paisaje, residuos, recursos hídricos, recursos forestales, recursos de pesca, degradación de suelo (desertificación y erosión), indicadores generales (población, producción, energía, producción agrícola, etc). Para la degradación del suelo, los indicadores de presión son: riesgo de erosión y cambio en el uso de la tierra. Como indicador de condiciones ambientales se cita al grado de pérdida de suelo superficial, y como indicador de respuesta se presenta a la rehabilitación de tierras (OECD, 1994).
Mediante un sencillo cuestionario es interesante calcular on line la huella ecológica personal (Ecofoot, 2002). Las Huellas Ecológicas documentan el consumo y la producción de desechos expresados en el área biológicamente productiva y el espacio marino necesarios para mantener dicha población. Los resultados apoyan los cálculos específicos de recursos, y reúnen los efectos compuestos del déficit de recursos. La huella ecológica promedio en Argentina es 3 hectáreas globales, en el mundo existen 1,8 ha globales de área biológicamente productiva por persona. De acuerdo a las normas de vida, transporte y consumo, los resultados enseñan que tal vez necesitemos más de un planeta para satisfacer nuestro elevado consumo de recursos naturales.En el año 2005 se presentó el Sistema de Indicadores de Desarrollo sostenible República Argentina (Ministerio de Salud y Ambiente , 2005).En base a la discusión en talleres interinstitucionales y el análisis de la disponibilidad y confiabilidad de las fuentes a utilizar se presentaron indicadores para los subsistemas social, ambiental, económico, institucional, interrelación nacional-global, intensidades/eficiencias. Dentro de los indicadores de sostenibilidad del subsistema ambiental figuran: área de bosques/área total, porcentaje de hectáreas degradadas por erosión, evolución de biomas y biomasa reproductiva de merluza, participación de fuentes renovables en la oferta total de energía primaria, relación anual entre reservas y producción de hidrocarburos.Si bien existen gran cantidad de datos y estadísticas para la elaboración de indicadores, las instituciones se encuentran con que la información presenta dificultades en el acceso a datos confiables, que las metodologías de elaboración de la información no son comunes, y que existe una ausencia de marcos conceptuales armonizados para el desarrollo y uso de indicadores en el ámbito mundial, regional y nacional. La consecuencia es que existe una pirámide invertida con una gran cantidad de indicadores e índices, y una falta sorprendente de datos que apoyen la producción de dicha información (PNUMA, 2000).INDICADORES AMBIENTALES PARA EL SISTEMA AGRÍCOLAEl impacto de la agricultura en el ambiente es muy grande, y cada uno de los elementos definidos tiene efectos profundos sobre el entorno. Si se considera a la agricultura en un contexto amplio, los indicadores a utilizar provienen de distintas vertientes: social (número de habitantes que trabajan y viven de lo producido por la actividad), económica (renta que genera y actividades colaterales), productiva y ambiental. Como resultado de todas estas inquietudes se han seleccionado indicadores agroambientales considerados de relevancia en todas las áreas. Los indicadores seleccionados deben poder indicar los cambios, el estado y la variable respuesta.El balance de nutrientes, el uso del agua y de la tierra y la aplicación de pesticidas son fundamentales para definir la calidad del ambiente. Los siete indicadores de calidad seleccionados por el OECD (2006) y que se consideran válidos para evaluar el ambiente como consecuencia de las actividades agropecuarias en casi todos los sistemas productivos son: la calidad del suelo, calidad del agua, la conservación de la tierra, el efecto de los gases invernadero, la biodiversidad y el paisaje. INDICADORES DE CALIDAD DE SUELOEl manejo de los ecosistemas agrícolas y terrestres en pos de abastecer las necesidades de la creciente población mundial ha repercutido en la capacidad productiva y la resiliencia de los suelos, así como en el funcionamiento del ecosistema para mantener el balance global de materia y energía (Doran, 1999). Con el avance de la agricultura, los suelos han comenzado a degradarse a una tasa alarmante debido la implementación de prácticas inapropiadas (Sharma et al., 2005). La deforestación, el sobrepastoreo, y la conversión de tierras vírgenes a la agricultura han resultado en la disminución de la calidad física, química y biológica de los recursos del suelo en todo el mundo (Doran et al., 1998). Los incrementos registrados en las últimas décadas de la superficie cultivada, las prácticas de monocultivo y de aplicación de fertilizantes y pesticidas químicos, han provocado pérdidas en los contenidos de materia orgánica, incrementos en la erosión, compactación y contaminación superficial y subsuperficial de los cursos de agua (Tilman, 1999). Los 15 ministros del medio ambiente de la Unión Europea desarrollaron una comunicación presentada al Consejo y al Parlamento Europeo, con el titulo "Hacía una estrategia temática para la protección del suelo", cuyo propósito era utilizar el compromiso politico de la protección de los suelos. Se definieron las cinco funciones más importantes del suelo para las sociedades humanas y el medio ambiente:
la producción de alimentos y de biomasa
la capacidad de almacenar agua
la filtración y la transformación de contaminantes
el suelo como hábitat y acervo genético
el suelo como medio ambiente físico y cultural para la humanidad, tanto como una fuente de materias primas.
Se estipularon además los ocho peligros principales para el suelo: la erosión, la disminución de materia orgánica, la contaminación (local o difusa), el sellado y la solidificación de los suelos, la disminución de la biodiversidad de los suelos, la salinización, las inundaciónes y los movimientos de tierras (COM, 2002).El marco operativo estuvo compuesto por grupos de trabajo técnicos (TWGs) que se basaron en el sistema DPSIR, distinguiendo entre fuerzas motrices (driving forces, D), los cuales resultan en presiones (pressures, P), los que llevan a un estado (state, S), lo que crea impactos(Impacts, I), para los cuales se deben buscar medidas o soluciones (responses, R).
Las áreas prioritarias de investigación determinan que primero se deben analizar los procesos relacionados con las ocho amenazas para el suelo y su interdependencia; y luego desarrollar métodos estandarizados para su análisis , y sus cambios a lo largo del tiempo (monitoreo de suelos).Basado en esto, las ocho amenazas pueden ser relacionadas a "D" y a "P", vinculándolas con fuerzas motrices culturales, sociales y económicas (Blum,2004) .
BIBLIOGRAFÍABlum, W.E.H., Buesing, J, Montanarella, L., 2004: Research needs in support of the European thematic strategy for soil protection. Trends in Analytical Chemistry 23, 680-685.COM. 2002.European Commission . Informe 179.Doran JW. 1999. Soil health and global sustainability: translating science into practice. In: Proceedings of International Workshop on Soil Quality as an Indicator of Sustainable Land Management. Goulandris Natural History Museum. Gaia Environmental Research and Education Center, Athens, Greece, p. 7.Doran JW, Leibig M y Santana DP. 1998. Soil health and global sustainability. In Proceedings of 16th World Congress of Soil Science, Montpellier, France, pp. 20–26.Ecofoot. 2002. La Huella Ecológica. http://www.ecofoot.org/Ministerio de salud y Ambiente- Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.2005. Sistema de Indicadores de Desarrollo sostenible República Argentina. 215 pp.OECD.1994. Environmental indicators. París, Francia, 161 ppOECD Environment & Sustainable Development 2006, vol. 2006, no. 17, pp. 478 - 507 PNUMA.2000. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Informe sobre los Indicadores Ambientales y de la Sustentabilidad en América Latina y el Caribe. UNEP/LAC-IG.XIII/Inf.4.16 pp.Sharma KL, Uttam Kumar Mandal, Srinivas K, Vittal KPR, Biswapati Mandal, Kusuma Grace J y Ramesh V. 2005. Long-term soil management effects on crop yields and soill quality in a dryland Alfisol. Soil Till. Res. 83, 246-259.Tilman D. 1999. Gloval environmental impacts of agricultural expansion: The need for sustainable and efficient practices. Proc. Natl. Acad. Sci. USA. 96, 5995-6000.
Por: Lidia Giuffré, Silvia Ratto y Romina Romaniuk ** El presente artículo es un extracto del capítulo “Indicadores ambientales”, publicado en el libro Agrosistemas: impacto ambiental y sustentabilidad. Lidia Giuffré . EFA-Orientación Gráfica Editora. ISBN 978-950-29-1061-1. 493 pp. Buenos Aires, abril 2008.
Fuente: estrucplan.com.ar
jueves, 12 de junio de 2008
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