domingo, 28 de marzo de 2010

Tema para Contabilidad Ambiental



Una de las principales preocupaciones del mundo actual, lo constituyen los eventos naturales que se han desencadenados en los últimos tiempos. Los indicadores de Riesgo de desastres revelan un aumento progresivo en pérdidas humanas y económicas, posiblemente debido al crecimiento rápido en zonas urbanas vulnerables.
Para el 2007 según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo “durante los últimos 30 años, los huracanes, los terremotos, los deslizamientos y las inundaciones han causado pérdidas físicas en América Latina y el Caribe que alcanzan los US$ 3,2 mil millones”, además de la muerte de más de 5 personas y la afectación de más de cuatro millones de personas cada año. Recientemente titulares de la prensa destacaban la pérdida natural en Chile por el orden de 30.000 millones de dólares.
El mundo se está partiendo en pedazos, debido a los eventos naturales que han cobrado fuerzas: Sismos, como temblores y terremotos; Tsunamis; Erupciones Volcánicas; Deslizamiento de Tierras como Derrumbes, Aludes; Aluviones; Huaycos; Inundaciones; Sequías; Heladas; Tormentas; Granizadas; Tornados; Huracanes; Plagas; Epidemias; Incendios; Explosiones; Derrames de Sustancias Químicas; Contaminación Ambiental; Guerras; Subversión; Terrorismo.
Los recientes reportes confirman lo expresado: Temblores en la Región de Flores-Indonesia; Región de las Islas Sandwichs del Sur; Dorsal Medio – Indica; Valparaíso –Chile; Océano Índigo del Sur; La Araucania, Bio Bio y Frente de Costa Libertador, O´higgins – Chile; Parte Noroeste de Cachimira; Región de las Islas Filipinas; al Sur de las Islas Kermadac; California Septentrional; Región Bougainville- Papúa Nueva Guinea; Alaska Septentrional; Costa oriental de Honshu – Japón; Región de las Islas Virgenes. Haití y Chile nos han tocado en fuerzas y en Venezuela, nos reporta FUNVISIS desde Guiria, Valera, Machiques, Valencia, Porlamar, El Vigía, Guanare, Punto Fijo.
La amenaza que el desafío de los desastres naturales representa para la seguridad de nuestra región, especialmente los pequeños Estados en desarrollo, ha hecho que la OEA preste especial atención a la cooperación con otros organismos del sistema interamericano para encontrar soluciones apropiadas y prácticas. Durante el último período ordinario de sesiones de la Asamblea General, se consideró este tema tan importante y hoy tendremos la oportunidad de revisar algunos aspectos de los mandatos emanados de la resolución AG/RES. 2314 (XXXVII-O/07) “Reducción de desastres naturales, gestión de riesgos y asistencia en casos de desastres naturales y otros desastres”.
Esta resolución subraya el vínculo entre los desastres naturales y el desarrollo sostenible y plantea la preocupación de los Estados Miembros con respecto a la devastación que en numerosos Estados Miembros han causado los desastes naturales, incluido el fenómeno periódico vinculado a la Oscilación Meridional El Niño (ENSO). También se centra en la reducción de la vulnerabilidad, la gestión de riesgos y la prevención de desastres, a fin de complementar otras actividades relacionadas con la respuesta en situaciones de emergencia, el socorro y la reconstrucción.
La resolución AG/RES. 2314 también introduce la preocupación de los Estados Miembros por las conclusiones y recomendaciones del Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) y solicita a los Estados Miembros que reconozcan la importancia de los efectos adversos del cambio climático, los cuales representan riesgos adicionales para todos los países del Hemisferio, en particular para los países en desarrollo. Ambas resoluciones mencionan además el “impacto negativo resultante en sus objetivos de desarrollo y en sus esfuerzos de erradicación de la pobreza, exacerbados por el desvío de los recursos financieros dirigidos a respaldar el desarrollo sostenible hacia la respuesta en situaciones de emergencia.”
Por otro lado, destaca la necesidad de asistencia mutua y cooperación técnica. En este sentido, el acuerdo recientemente suscrito entre la SG/OEA y el PMA/ONU, así como la cooperación continua con la Iniciativa Cascos Blancos de Argentina, tienen una gran importancia.
Además, esta resolución encomienda a la Secretaría General que, a través de la Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral y su Departamento de Desarrollo Sostenible, colabore con los Estados Miembros y coordine sus esfuerzos con la Agencia Caribeña de Respuesta a Emergencias en Casos de Desastre (CDERA), el Centro para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC), el Comité Andino para la Prevención y Atención de Desastres (CAPRADE), las agencias pertinentes de las Naciones Unidas y otros centros nacionales de los Estados Miembros para implementar el Marco de Acción de Hyogo.
También destaca la importancia de la Convención Interamericana para Facilitar la Asistencia en Casos de Desastre, e insta a los Estados Miembros a que ratifiquen la Convención y designen a la Autoridad Nacional Coordinadora.
Por último, el tema de los desastres naturales es, por un lado, un tema de desarrollo sostenible, en el que las necesidades de gestión de riesgos deben ser incorporadas de manera transversal en todos los sectores –incluso en las deliberaciones de los Ministerios de Relaciones Exteriores, los Ministerios de Planificación y Finanzas, y los sectores productivos, así como en la salud, la educación, las obras públicas, la empresa privada y las Fuerzas Armadas. Por otro lado, después de que el desastre haya ocurrido, se trata de un tema de seguridad pública, que requiere la intervención de los Ministerios del Interior y Defensa, las autoridades encargadas de la aplicación de la ley y otras ramas públicas y sociales de los gobiernos.
..............
Fuente: FUNVISIS; Centro Nacional de Información de Terremotos del USGS; Palabras de apertura del Embajador ALBERT R. RAMDIN, Secretario General Adjunto de la OEA, pronunciadas en la sesión celebrada el 23 de octubre de 2007

No hay comentarios: